"STAT ROSA PRISTINA NOMINE, NOMINA NUDA TENEMUS"

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El blog de Pelayo Castillo Palacios

sábado, 29 de octubre de 2016

FERIAS DE NIEBLA

Muchas veces hemos leído que la feria de Niebla es una de las más antiguas de España, pero ¿qué hay de realidad en ello?

Nuestro afán investigador del Archivo Histórico nos hizo buscar algún referente o indicio que nos llevara a tiempos pretéritos de nuestra actual feria de “Tosantos”.

Antes de nada pongámonos en antecedentes históricos. El profesor Ladero Quesada escribe en su obra “Niebla, de reino a condado”:

La primera concesión de feria a Niebla, efectuada por Sancho IV en agosto de 1287: duraría 30 días cada año, entre el 16 de abril y el 15 de mayo..... que tal vez no llegó a funcionar, pues la nueva concesión de feria que efectuó Alfonso XI en 1336, no se presentó como confirmación de algo ya existente.
(firmado en Toro, el 12 de agosto de 1287)
        

         Así pues, no sabemos a ciencia cierta si esta primera concesión tuvo efectos prácticos o sólo lo fue sobre el papel.
El mismo libro nos relata un poco más adelante que:

En Lerma, el 12 de noviembre de 1336 les otorga una feria franca anual del 15 de abril al 15 de mayo. Los que acudieran tenían que pagar, no obstante, los diezmos aduaneros; franqueando a todos los mercaderes que acudieran a la misma, salvo las mercancías que llegasen por mar. Niebla era puesto aduanero donde se cobraba el almojarifazgo, que luego se integraría en la fiscalidad señorial. El rey concedió en 1327 y luego en 1331 que se guardara la costumbre según la cual las alzadas de los pleitos sentenciados por el alcalde de la aduana de Niebla, serían vistas por los alcaldes de la villa, sin posibilidad de apelación ante la aduana de Sevilla, y esto era un apoyo evidente a la autonomía del concejo en materia mercantil.

Hay muchos que, buscando una mayor justificación histórica, hacen retrotraer nuestra actual (y única) Feria a la concesión regia de 1336, sobre todo cuando intentan vincular la Feria de “Tosantos” a una supuesta “Feria Franca Medieval”. En nuestra opinión no tienen conexión alguna, o por lo menos probada relación documental. En ningún acta de Cabildo consultados hasta ahora (desde 1581 a 1699) hemos encontrado citas acerca de la feria de noviembre; también debemos decir, en honor a todo el rigor científico que pretendemos, que la documentación de nuestro archivo es tan abundante que nunca se puede descartar totalmente una hipótesis.

Pensamos que la feria que Alfonso XI concede a Niebla es de un carácter distinto a la actual de “tosantos”, que se mantuvo durante un tiempo, pero que se acabó perdiendo en detrimento de la actual.

Una nueva referencia del profesor Ladero nos lleva a la siguiente afirmación:

El 17 de marzo de 1348, en Alcalá de Henares. Alfonso XI recibe a Diego García y Pedro Pérez como procuradores del Concejo de Niebla. Destaca la confirmación de la feria franca anual por parte del monarca.

Por lo que seguimos hablando de la feria franca anual que se celebraba entre abril y mayo.

En marzo de 1421, Juan II procedió a la última confirmación regia que conocemos de los privilegios otorgados a Niebla por Alfonso X y otros monarcas, incluyendo el de su feria, es de suponer que lo haría a petición del conde.

En esta última confirmación los que nos hace pensar en que las dos ferias son acontecimientos distintos es la utilización de las palabras “su feria”, en singular, no conocemos la transcripción, pero si el profesor Ladero está en lo cierto, el rey sólo confirma una feria, la única que Niebla tenía autorizada en ese momento y que volvemos a pensar era la de abril a mayo.

Pero a finales del siglo XVIII (entre 1785 y 1795) el geógrafo real de Carlos III, Tomás López se dedicó a levantar mapas de las regiones de España, entre ellas los Reinos de Córdoba, Granada, Jaén y Sevilla; para su obra envió un cuestionario a los párrocos de los lugares y villas de cada reino; en el referido cuestionario que se hace sobre Niebla encontramos la siguiente respuesta:

10.-      Cuáles son las ferias o mercados, y los días en que se celebran; qué géneros se comercian, extraen y reciben en cambio; de dónde y para dónde; sus pesos y medidas, Compañías y casas de cambio.

Las ferias que en lo antiguo eran una cada mes, están reducidas a tres, una de la víspera, día y el que sigue, del Señor San Miguel. Otra la víspera, día y por día de todos los Santos y la tercera por la Concepción Purísima de Nuestra Señora, en la que se venden y comercian de todos los géneros, pero especialmente ganados, sayal y suelas. Las pesas y medidas son por las del marco de Ávila.

Es la primera vez que leemos un texto referido a la feria de “Tosantos” explícitamente. Suponemos que desde la confirmación de Juan II, en 1421, hasta la descripción de Tomás López (fines del XVIII) tuvo que ponerse en marcha o afianzarse, en su caso, la fiesta de noviembre, pero hasta que nuestros estudios no den con algún texto al respecto no podemos aventurar nada más allá que estas amplias conjeturas.

Mapa del Reino de Sevilla, según Tomás López.

No obstante, y para seguir contribuyendo desde nuestra modesta publicación al conocimiento de la historia cotidiana de Niebla, sí que hemos encontrado una clara referencia a la feria de San Miguel, que os transcribimos:


Cabildo de 27 de septiembre (nota al margen)
En la uilla de Niebla, en veinte y siete / días del mes de septiembre de mill e seiscientos y ochenta / y un años. Se juntaron a Cabildo, como lo tienen / de costumbre, sus mercedes Fabián de Cabrera y Manuel / de Barca, alcaldes hordinarios; don Xristoual de Mon- / salue, alcalde de Rentas; Pedro Aluares e Francisco / Muriel, regidores; y assi juntos dixeron que por quanto / Su Excelencia el Duque, mi señor, de ocho deste presente mes y año en / que se digne de mandar que no se impida la entrada para / la feria que se hace el día de Señor San Miguel deste año / a las personas que vinieren con género de lugares barios / trayendo testimonios dellos. Acordárase, cumpla y execute / como Su Excelencia Manda. Y que con todas sus especias se haga / el registro de los géneros conforme a sus destinos. Se / nombran por deputados para el domingo veinte y ocho / del corriente hasta que se cierre las puertas y / el día de la feria, por la mañana, a fin? de los //  dichos señores alcaldes y Alcalde Mayor / y a Cristóbal de Monsalve, Alcalde de Rentas / y al presente escribano, a quien se les da facultades que / puedan  decidir las dificultades que se precie- / sen sobre dexar entrar o no los géneros que / quisieren a la feria, de forma que ayan de registrar- / se pieça por pieça, llamando por los regidores /
A.M.N leg. 7 fols 54rº y 54vº



Hasta que nuestro Archivo Histórico nos regale nuevos datos, os deseamos unas felices fiestas.

Pelayo Castillo Palacios

Antonio Bonilla Giles.

lunes, 30 de mayo de 2016

CORPUS CHRISTI

Este domingo se celebró la fiesta del Corpus Christi, una de las más tradicionales en la historia de Niebla. Nuestros estudios locales han dado como fruto que, desde las actas de cabildo más antiguas conservadas, son dos o tres festividades las que están periódicamente recogidas año tras año. De hecho salvo 1582 todos los demás años estudiados tienen alguna referencia a esta celebración en Niebla, y probablemente este año fue especial porque se hallaban cerradas a cal y canto las murallas por la epidemia de peste que azotaba a Andalucía occidental.

A nivel mundial fue una religiosa, Juliana de Cornillon,  la que animó a celebrar esta fiesta en honor del Cuerpo y de la Sangre de Cristo el año 1208. Posteriormente, en 1246, se celebró por primera vez esta manifestación festiva y pública en Lieja. Desde entonces la Iglesia la instituyó como de obligado cumplimiento. Y será el primero de los Papas renacentistas,  Nicolás V, quien  estableció que la Hostia Santa saliera en procesión por las calles de Roma en la fiesta del Corpus del año 1447.

Santa Juliana de Cornillón

Daremos un salto temporal y geográfico hasta la Edad Moderna castellana, donde se insertan las ordenanzas municipales más antiguas de Niebla. Es obvio y evidente el carácter religioso de la fiesta del Corpus, pero en esa mezcla tan habitual de vida social y religiosa de la Castilla moderna no tardó en convertirse en una ocasión para mostrar la sociedad local tanto en su composición como en su ordenamiento. También conviene destacar la proximidad de la fiesta al solsticio de verano, lo que para algunos investigadores supone un acercamiento a anteriores fiestas paganas muy vinculadas al carnaval, sobretodo en algunas de sus formas.

Dos razones fundamentales para explicar el realce extraordinario que sufre la fiesta durante los siglos XVI y XVII son, en primer lugar el Concilio de Trento (1545-1563) que utiliza la afirmación del Sacramento del Altar como principal arma contrarreformista. La segunda razón responde a la boyante situación de una Castilla que está en la cima del poder político y económico europeo gracias a los territorios americanos; es una época de ostentación en la que los concejos municipales asumen los gastos y la organización de la fiesta del Corpus.

EL CORTEJO DE LA PROCESIÓN

Tomemos como modelo el de la capital castellana, Madrid, de la que se tienen muchos datos y que junto a Sevilla, Toledo y Granada, fueron los referentes a seguir por el resto de poblaciones castellanas, adecuando el cortejo a sus más o menos modestas posibilidades.

De forma resumida el cortejo quedaría como sigue:

La tarasca, gaitero y “mojiganga” en cabeza. La tarasca era una especie de serpiente o dragón portado por hombres desde dentro y que realizaba movimientos exagerados, puede ser una representación del mal, finalmente vencido por el bien. La botarga o mojigón eran grotescas figuras que en ocasiones llevaban una vejiga o algún tipo de látigo/fusta con la que van golpeando a los transeúntes, probablemente el origen de los “zurriagos” que aún se confeccionan en Corpus tan próximos como los de nuestra localidad vecina de Bonares. La música venía representada por distintos instrumentos, según la zona, los más comunes eran la gaita, la dulzaina, las trompetas y, por supuesto los de percusión. No sólo iban en el cortejo, en muchas ocasiones también amenizaban las representaciones y/o Autos Sacramentales de por las tardes.

Los danzantes a continuación. Eran elementos fundamentales en toda procesión de Corpus y han evolucionado en el tiempo de diversas formas, desde las danzas de espadas a los famosos “seises” sevillanos.

En la villa de Niebla a veinte y un días del mes de enero / de mil y seiscientos y quarenta y ocho años…
Gastos del / día del Corpus / Cristi (nota al margen) /  En este cabildo se acordó que se le libre a don Cristo- / bal --- de Montija, alcalde hordinario de ella, / ciento y quarenta y un reales y medio que gastó el / año pasado de quinientos y quarenta y siete, como diputado / que fue para las dansas y otros gastos del día del / Corpus Cristi de que nos trajo una memoria jurada / de dichos gastos /

AMN, leg.5 fols. 418vº, 419rº

Los gigantes y cabezudos, sin ubicación fija, van corriendo de un lado a otro asustando y divirtiendo.

Gigantes y cabezudos (foto de Mer Domínguez)

Una representación infantil, normalmente de niños pobres de cofradías, asociaciones o instituciones benéficas. Quizás hoy evolucionada al cortejo de los niños que han tomado su Primera Comunión en el mismo año.
Las cofradías y cruces parroquiales.
Las comunidades religiosas y el clero.
La agrupación musical, que acompañaba a la custodia.
Los predicadores.
La custodia.
El palio, llevada por las autoridades municipales (Alcaldes, regidores, etc.)
Las personas importantes de la ciudad.

            LA ORNAMENTACIÓN DEL RECORRIDO.

            Aparte de la limpieza que los vecinos debían hacer de las calles por donde pasaba la procesión (normalmente las más destacadas y céntricas de la ciudad), solían adornarse los cortejos con:

            Colgaduras. Las fachadas se adornaban con telas especiales para la ocasión (tapices y telas varias) colgadas por los propios vecinos en sus casas o por comisiones en los edificios públicos.

En la villa de Niebla, en XX y nueve días del mes de / julio de mil y seiscentos e treinta y ocho años
Gastos de la fiesta (nota al margen) /
En este cauildo se leyó un memorial de gastos que parece / auer fecho el capitán Pedro Beltrán Regidor en las danças de la fiesta / del Corpus Cristi y Santo Ubalabonço, y otros gastos menudos / que se bieron y ajustaron y montaron docientos y sesen- / ta y sinco reales…

AMN, leg.5  fol.30vº

      Altares. Ofrecían una ocasión para detenerse y descansar, los había fundamentalmente de dos tipos: los que imitaban obras arquitectónicas, o los que se construían a base de escaleras tapizadas de flores, macetas, objetos litúrgicos, esculturas, etc.

            Pinturas. Más propias de las ciudades con grandes presupuestos en las que se  encargaban pinturas a artistas concretos para la ocasión.

            Toldos.  Eran un complemento de las colgaduras de las fachadas, sirviendo para proteger del sol al cortejo durante su procesionar, algunos incluso se regaban para paliar el calor.

            Flores y enramadas. Cometido exclusivo del ayuntamiento, las calles se cubrían de juncias, arrayanes, espadaña, romero, tomillo y otros vegetales.

En la villa de Niebla a veinte y ocho días del mes de / mayo de mil y seiscientos y treinta y ocho años…
Que se busquen /  danças y juncia / para la fiesta del / Corpus (nota al dorso) /
En este cabildo se acordó, se busquen dos danças y que se trayga / juncia, la qual se reparta entre los labradores para la fiesta / que se a deacer al Sanctissimo Sacramento, el día del Corpus. / para lo qual nombraron al señor capitán Gonçalo Beltrán de la Coba, regidor /

AMN, leg.5 27rº y 27vº

1952, Corpus de Niebla (fotografía de Manuel Álvarez)


            OTROS ELEMENTOS

            Formando parte de la celebración, pero fuera de la procesión se realizaban Autos Sacramentales, comedias y representaciones histórico-legendarias. Los Autos estaban dedicados a la exaltación de la Eucaristía, mientras que las comedias y otras representaciones normalmente eran más profanas y de temática previamente acordada por el ayuntamiento, que era quien contrataba a los comediantes.

Viernes, XXVI días del mes de mayo de 1581 años /
Libramiento a los / farsantes (nota al margen) /
En este cabildo se acordó se de librança de treinta y dos / ducados a Fernando de Nabarrete, farsante, por dos obras / que hizo ayer jueves, día del Corpus, atento a que con / ellas dieron mucho contento a este cabildo y a to- / do el pueblo /

AMN,    leg.1, 21rº


Fiesta del Corpus Cristi / año del 41 (nota al margen) / En este cabildo se acordó se haga fiesta el presente año al Santísimo Sa- / cramento – del Corpus Xristhi de un auto a lo diuino por la mañana /  y una comedia a lo umano por la tarde y para que se de fiesta está / una compañía en la villa de Moguer que estado en esta concertando / esta fiesta y por ella se le a dado --- mente ochenta ducados a dos / con que uno a uenido porque dixo quiere dar quenta a su compañía / y para que esto tenga efecto se comete a dicho alcalde / Alonso Rodríguez para que uean la dicha compañía y aciente por los / dichos ochenta ducados y no más quenta…

AMN, leg 5 fol 177rº

            Aunque muchas veces la maltrecha economía local hacía que los fondos se tuviesen que buscar en diversas fuentes:

Que se echazen / 100 bueyes (nota al margen) / En este cabildo se acordó atento a dichas nececidades / y para hacer la fiesta del Corpus Cristi deste año que se / echazen cien bueyes en dicha dehesa //
AMN, leg.5  fol. 288rº

Los toros, es el animal vinculado por excelencia a todas las fiestas de la Edad Moderna castellana. En Niebla la presencia de los eventos taurinos siempre va unida a las fiestas de carácter municipal.

Pero como decimos… eso será parte de otra historia.

Pelayo Castillo y Antonio Bonilla


BIBLIOGRAFÍA BÁSICA:

SANTIAGO VALIENTE TIMÓN. La fiesta del “Corpus Christi” en el reino de Castilla durante la Edad Moderna. En Ab initio, nº 3 (2011) pp. 45-57.

martes, 10 de mayo de 2016

EN ABRIL AGUAS MIL AL AMPARO DE LA VIRGEN DEL PINO

            En estos días en los que la meteorología nos sorprende con grandes aguaceros, la impuesta clausura que el paraguas nos trae una nueva coincidencia temporal.



            En este caso nos vamos hasta el 7 de abril de 1641 en un cabildo municipal en el que se decide traer a la Virgen del Pino desde su ermita para paliar los temporales que en ese momento estarían azotando los campos iliplenses.

            Como reza el refrán: “En abril, aguas mil”, pero hay veces que las mil caen juntas y se requiere intervención celestial. Os dejamos la transcripción de esta parte tan curiosa (y fervorosa) de nuestro pasado.


En la villa de Niebla en siete días del mes de abril de / mil seiscientos quarenta y un años se juntaron a cabildo…
Que se traiga nuestra / señora del Pino (nota al margen) / En este cabildo se acordó se traiga Nuestra Señora del Pino / de su ermita a la yglesia maior desta villa y se le diga un / nouenario de misa cantadas por los temporales / y para que cuiden desto nombraron por diputados / a los dichos Gonzalo de Baldelomar y Diego / Alonso Coronel[1] /
Y en esta forma se acauo este cabildo de que doy fe / Joseph del Castillo [firma] //

            A.M.N. leg nº5 fol. 176 vº


            Pelayo Castillo Palacios y Antonio Bonilla Giles


[1] Gonzalo de Baldelomar y Diego Alonso Coronel son regidores del cabildo.





Imagen de Ntra. Sra. del Pino en su último novenario (foto blog Parroquia de Niebla)

domingo, 8 de mayo de 2016

MAYO EL MES DE LA... GUERRA!

            En 1578, el rey de Portugal Sebastián I muere sin descendencia, por lo que se plantea en el país luso una lucha por el trono, que acabará zanjando Felipe II de España, quien, amparándose en sus derechos de sucesión (era uno de los pretendientes), invade militarmente Portugal y se proclama rey sin dar lugar a elección posible. De esta forma en 1581 se instaura la “Unidad Ibérica”.


            Por diversos motivos, que no analizaremos aquí, los portugueses se sublevan contra la monarquía española en 1640. Se inician una serie de enfrentamientos que no suponen una guerra continua entre las dos monarquías, sino que son pequeñas contiendas y conflictos de mayor envergadura, mezclados con guerras tanto de España como Portugal con otros países europeos. Es la denominada “Guerra de Secesión Portugesa” (1640-1668).

            No existe constancia de que en la ciudad de Niebla se produjeran combates, pero el carácter fronterizo del condado de su nombre hizo que la situación de alerta fuese continua, de hecho  en dos localidades del Condado sí que tuvieron lugar ataques de tropas portuguesas, concretamente en Paymogo (1643) y en Cabezas Rubias (1644).

            Hasta el año 1646 las tropas se concentran en Ayamonte, donde el propio duque de Medinasidonia comanda el ejército contra los portugueses, pero el ataque y saqueo de poblaciones condales hace que en 1647 el rey Felipe V asuma el control de la guerra y ordena crear un ejército permanente en la fronteriza Ayamonte. Niebla contribuye a este ejército con 12 infantes y un caballo renovable mensualmente, pero la población debería estar preparada tal y como se recoge en el acta de cabildo de 8 de mayo de 1647:

            El maese de campo de Ayamonte mandó una orden en la que insta al cabildo a que se toque / la caxa de guerra y se ponga y enarbole la bandera / en las casas de cauildo y se eche bando público por boz de / pregonero para que todos los uezinos desta uilla, ansí de a pie / como de a caballo, tengan apersebidas sus armas //


            Los peones deben tener listos sus arcabuces con pólvora, balas y cuerda; los caballeros sus caballos con sus pistolas y armas de fuego. Tanto unos como otros eran supervisados por el Alferez Mayor de a caballo y los cabos de milicia de infantería. Esta prevención incluye tanto a los de la leva mensual como a los que entrarán en los siguientes turnos.

            No sólo los hombres de las levas tenían que estar listos, también se recogen órdenes para los tenderos, de forma y manera que se les notifique a los tenderos desta / uilla, tengan cada uno de ellos dentro de segundo día dos arrobas de / polbora en sus tiendas, dos arrobas de balas y una arroba de cuerda / para bender a los soldados que lo abieren menester /



            Una nueva pincelada de nuestro archivo, aprovechando las coincidencias de fechas queremos poco a poco ir satisfaciendo la curiosidad de aquellos que, como nosotros dos, aprecian la historia de su pueblo.

Antonio Bonilla Giles y Pelayo Castillo Palacios.

            Bibliografía:

-      -  DOMINGO MUÑOZ BORT. Repercusiones de la guerra entre España y Portugal en la villa de Niebla: 1640-1652. En Condado de Niebla. Septiembre 1986.

-       - A.M.N. leg nº 5, fols. 383vº y 384rº

jueves, 21 de abril de 2016

ALCALDE ORDINARIO

Según el modelo general para Castilla en el siglo XVI y, posteriormente toda la Edad Moderna, los municipios estaban dirigidos por un regimiento, una asamblea reducida compuesta generalmente por un Alcalde Mayor (no siempre), Alcaldes Ordinarios y un número variable de Regidores. Se juntaban en reuniones o cabildos.


En las ordenanzas de 1504 para el Condado de Niebla y Ducado de Medinasidonia se regulan las composiciones de los municipios bajo la jurisdicción señorial, siendo el control del duque prácticamente total sobre las decisiones locales. Concretamente son las ordenanzas 33 a 44 las que regulan la composición y funcionamiento de los referidos cabildos.

            Para el caso concreto de Niebla, el regimiento de la villa estaba compuesto por trece regidores, dos jurados, un procurador del concejo, un mayordomo y dos fieles ejecutores

Miércoles 12 dias del mes de abril de 1581 años / En este día se juntaron a cabildo hordinario los seño- / res el licenciado Germán de Alvares Bravo, corregidor e Justizia / Mayor desta villa y su tierra, y Juan Román, Alcalde / Hordinario, y Alvaro Vera, Alguazil  Mayor, y Juan / Muñoz Nieto y Benito Çereso y Francisco de Segura y / Juan Prieto de Vayas y Andrés de Gallegos y Francisco de Losa, Regidores /
A.M.N., Leg. 1, fol. 13 vº

            La figura de alcalde ordinario, de la que nos ocupamos hoy, es obligatoria en cualquier cabildo, además de ocupar una posición preferente. Normalmente en Niebla había dos, uno nombrado entre los regidores y otro “elegido” entre los vecinos contiosos (de rentas altas); llevaban vara identificativas de su rango y estaban obligados a residir en la villa, si alguno se ausentaba por cualquier motivo, el otro debía permanecer en Niebla de forma que siempre estaba uno disponible para realizar una de sus funciones principales: la jurisdicción civil mediante la cual dirimían pleitos locales, si eran menores intentaban que hubiese acuerdo entre las partes, en caso contrario era el alcalde quien impartía justicia.


            La relación transcrita más arriba es lo que siempre encontramos al inicio de las sesiones de cabildo. Así pues estas Actas Capitulares son una fuente inestimable para estudiar los personajes destacados de la sociedad iliplense de la Edad Moderna. Igualmente se hacen repetitivos, aunque a principios de enero de cada año se realizan los nombramientos de Cabildo, para el caso de Niebla, como para todo el ducado, las directrices señoriales eran puntualmente cumplidas, por lo que nos vamos encontrando una sucesión año a año de regimientos muy parecidos en su composición nominal.

Pelayo Castillo Palacios y Antonio Bonilla Giles

lunes, 14 de marzo de 2016

PUERTA DE SIVILLA

         No es un error a la hora de escribir, es tal y como se puede leer en 1581 en el acta de Cabildo.

            No hace mucho hablamos de la puerta de Sevilla, dando por obvio que siempre habían tenido puertas, pero lo bueno que tiene la documentación no transcrita es que lo que sabías ayer, mañana puede ser completado, desmentido o transformado en una nueva interpretación.

            Pues por lo visto cuando se mandan hacer las puertas para la de Sevilla, ésta carecía de ellas. Os colgamos un fragmento del legajo 1del A.M.N. (leg1 8rº)

         Que se fagan puertas / para la puerta de Sivilla (nota al margen)/
         En este cabildo se acordó que porque esta villa esté mejor g[uar-] / dada de las personas de fuera que en ella quisieren entrar, [que] / los tres pinos que se quitaron de la puente, se asierren y se [fa-] / gan unas puertas para la puerta de Sivilla y por ello se [   ] / mete a el Sr. alcalde Melchor de Parrales

            Por lo que nosotros interpretamos, se talan tres pinos que deberían ser de considerable tamaño, al menos para que con ellos se puedan construir unas puertas de madera, los mismos se quitan de "la puente", sin poder ubicar con exactitud el lugar al que se refiere, posiblemente las orillas del Tinto, que estarían pobladas de estos árboles, recordemos que el eucalipto no se introduce hasta la implantación de Celulosa en el siglo XX.
            Igualmente, y gracias al mismo legajo sabemos que es el oficial carpintero del Duque, encargado de las obras de sus fortalezas y que en esos momentos se encuentra en Niebla quien realiza el encargo que le hace el Cabildo. El referido oficial se llama Antón Camacho, que es contratado por los alcaldes ordinarios D. Melchor de Parrales y D. Alvaro Viera.


            Lo más llamativo de todo es el motivo por el que se colocan las puertas, “porque esta villa esté mejor guardada de las personas de fuera que en ella quisieran entrar”. No son motivos económicos (cobrar el portazgo), ni políticos (cualquier tipo de guerra), ni siquiera de exclusión social (forasteros e indeseables). Como veremos en posteriores publicaciones, los motivos son mucho más peligrosos…

            ¡LA PESTE!

            Pero mantendremos el suspense hasta nuevas entradas.


            Antonio Bonilla Giles y Pelayo Castillo Palacios

domingo, 6 de marzo de 2016

CUMPLIENDO TRAMITES

            PORQUE EL RECONOCIMIENTO NO SE CUELGA DE UNA PARED.

            “El papel lo aguanta todo”, es una expresión que llevo oyendo desde hace muchos años, en resumen no viene más a significar que no todo lo que se escribe es absolutamente cierto, ni siquiera se aproxima a la realidad en muchas ocasiones.

            No quiero engañarme a mí mismo, son la educación y el cariño los que colman mis razones, de igual manera creo sinceramente que es la amistad personal la que ha permitido cumplir con un trámite que, con el corazón en la mano, no hubiese sido posible. Es la misma amistad la que me mueve a obviar nombres, tanto en un lado como en el otro, pero sinceramente mis sentimientos están igual o más encontrados que el día en que me propusieron recoger el “escrito reconocimiento”.


            Ahora, desde la distancia y con el trámite cumplido, es hora del análisis.

¿Merecido? Posiblemente, lo poco o mucho que realicé lo hice desde la más sana intención, hasta donde pude y como respuesta a un compromiso adquirido para quien me hizo la primera propuesta, de igual forma que el fin de este compromiso fue respuesta a quien motivó mi último compromiso.

¿Sorprendido? Bastante, porque vistas las condiciones que forzaron mi marcha no deja de parecerme antagónico que quienes no hace tanto pedían tu cabeza, ahora te feliciten y sonrían cuando hay público, pero quiero seguir pensando que quien demostró sinceridad y amistad desde el primer momento ha obtenido esta pequeña victoria.

¿Justo? Decididamente no, porque, en mi modesta opinión, por el camino se quedaron otros más merecedores que yo de tal reconocimiento, bien por injusto olvido de los otorgantes, bien por valiente rechazo del otorgado; permitidme el farragoso uso del lenguaje, porque es mi intención obviar nombres.


Aun así, y para justificar la primera frase de la entrada, estoy seguro que el verdadero reconocimiento no se podrá colgar de una pared, meter en una vitrina o enmarcar. Vendrá probablemente sin esperarlo, en cualquier calle de Niebla, con un simple apretón de manos, un breve comentario, un momento especialmente recordado o simplemente una mirada cómplice. A todos vosotros, estos últimos, os agradezco enormemente cada momento vivido y las experiencias compartidas que me han hecho ser mejor persona.


viernes, 4 de marzo de 2016

CERRANDO PUERTAS EN EL XVI

            La de veces que habremos pasado por la Puerta de Sevilla sin detenernos a pensar sobre su disposición antigua. Estamos acostumbrados a atravesarla con nuestros vehículos sin más dilación que un pequeño frenazo o disminución de la velocidad cuando coincidimos con algún peatón, local o foráneo con su sempiterna cámara fotográfica.



            Sin embargo nuestro trabajo de campo sobre los documentos de nuestro archivo va dejando pequeñas perlas que compartir. Esta es una más.

            Aprovechando las efemérides, un recurso bastante productivo para los blogueros, nos centraremos en un tres de marzo de hace bastantes años:

Viernes, tres días del mes de março de 1581 años /
Libramiento (nota al margen) / En este cauildo se mandó librar al tesorero desta villa sesenta y / dos reales que pago a los aserradores que aserraron los pinos / para las puertas de la Puerta de Sivilla, que son a cumplimiento / de ochenta y dos reales que se les avían de dar por el trabajo / de aserrar los dichos pinos /

AMN, Leg. 1 fol 10rº.

            Como vemos Niebla tuvo sus puertas de madera durante mucho tiempo, evidentemente servían para cerrar y abrir la ciudad por muchos y variados motivos, algunos de ellos serán publicados en este blog, pero eso será otra pequeña microhistoria de nuestro pueblo. Mientras tanto esperamos que a partir de ahora podáis observar de una forma distinta las entradas de nuestro recinto.

Pelayo Castillo Palacios

Antonio Bonilla Giles.

martes, 23 de febrero de 2016

EN ESTE CABILDO SE JUNTARON...

En este cabildo se juntaron…

            La decisión era bastante fácil, si queríamos hablar de la vida cotidiana de la Niebla pasada nos teníamos que ir a sus gobernantes locales, al lugar donde se tomaban las decisiones municipales: EL CABILDO.

            Por tanto, y para seguir con un orden lógico empezamos por el legajo nº 1, que contiene las Actas Capitulares más antiguas que se conservan en el Archivo Municipal de Niebla (en lo sucesivo A.M.N.)

            El Cabildo es lo que actualmente consideramos el equipo de gobierno o los alcaldes y concejales, más otras personas encargadas de funciones diversas, conforme vayamos publicando entradas irán apareciendo los diversos cargos que, teóricamente, se renovaban al inicio de cada año, pero en la práctica podemos observar que los nombres se van repitiendo en años sucesivos, hecho nada fuera de lo común si tenemos en cuenta que Niebla, desde el siglo XIV estuvo bajo la jurisdicción señorial del Ducado de Medinasidonia y condado de su nombre, o lo que es lo mismo, era el duque quien nombraba a los cargos de su ciudad condal.


            Aunque el término Cabildo es el más común, a veces también nos encontramos el de concejo, pero raramente (hasta ahora nunca para los siglos XVI-XVII) el de Ayuntamiento, ya que igual que sucede en nuestros tiempos se refería al edificio o, en otros casos al mero hecho de juntarse o “aiuntarse/ayuntarse”.

            Como ejemplo os mostramos una de las anotaciones más antiguas del legajo nº 1:



(1vº) [   ]  del mes de enero de 1581 años / Este día se juntaron a cabildo ordinario los seniores / Melchor de Parrales y Juan Roman, alcaldes ordinarios / y Alvaro Viera, alferez mayor y Juan Muñoz y Juan de Torrres / y Francisco de Segura y Diego Diaz Borrero, regidores, a este cabildo / vinieron el sr. Benito Cerezo y Francisco de Losa, procu- / rador sindico y el sr. bachiller Martinez/



Antonio Bonilla Giles
Pelayo Castillo Palacios

viernes, 12 de febrero de 2016

PEQUEÑAS GRANDES HISTORIAS, EL NACIMIENTO DE UNA INVESTIGACIÓN

Cuando en Niebla nos preguntan por la historia de nuestro pueblo, el abanico de términos está limitado a no más de una veintena: las murallas, el castillo, la iglesia, la pólvora, Alfonso X, el reino de Niebla, el Condado… Suelen referirse bien a construcciones monumentales, bien a hechos dignos de enciclopedias de estanterías. No deja de ser la historia de los hechos extraordinarios, pero, ¿Qué pasó con los iliplenses corrientes?¿con los del día a día?

Probablemente no supongan ningún cambio crucial en el devenir de los siglos pretéritos de Niebla, pero es lo que en este momento el cuerpo (y la curiosidad) me pide; aunque no es menos cierto que responde a un proyecto antiguo tantas u tantas veces aparcado.

Igualmente para ser sincero debo reconocer que mi compañero de viaje en esta aventura iliplense tiene gran parte de culpa. No hace mucho que coincidimos en inquietudes, Antonio comenzó a preguntar curiosidades que le rondaban la cabeza, pequeñas cuestiones, incluso se leía las recomendaciones que yo mismo le hacía. Más tarde, al comenzar las charlas del club Raices (que espero continúen si el parchís lo permite), andaba yo inmerso en la ocupación francesa de Niebla durante la Guerra de Independencia, motivo por el que le pedí se preparase esa parte; mentiría si no dijese que esperaba de él lo mismo que de tantos y tantos que se me han acercado con el pretexto de nuestro pasado: tarde o temprano se acaban aburriendo; pero mi amigo Bonilla no sólo se lo tomó muy en serio, además empezó a demandar más trabajo y a buscar y rebuscar. Puede que alguien dude sobre el carácter investigador de este trabajo, pero, en mi opinión, este término no está exclusivamente reservado para los ambientes universitarios; como dice el refrán “hace más el que quiere que el que puede”.

El referido vínculo investigador siempre estuvo unido por reiteradas frases como “¿qué tienes para mí?”, o el consabido “me tienes abandonado”. Es difícil saciar una mente curiosa, pero entre ambos hemos encontrado un verdadero filón: nuestro Archivo Historico Municipal.


Desde hoy este blog se va a ir llenando de pequeñas historias locales salidas directamente de las personas que las vivieron y/o escribieron.

Somos un pequeño equipo de investigación que no pretende más que divertirse y, de paso, beneficiar con ello a cualquier interesado en nuestro pasado iliplense.
En el poco tiempo que llevamos trabajando ya nos hemos encontrado con temas tan sugerentes como: brujas, Inquisición, conventos desaparecidos, patrones desconocidos, la peste, etc. etc.

¿Os interesa? Si es así, poco a poco iremos desgranando la historia de la vida cotidiana de los iliplenses desde el siglo XVI.

Os esperamos aquí.


Antonio Bonilla y Pelayo Castillo