PEPITO GRILLO

Reconozco que la tentación era muy grande, tras un mes de “desintoxicación” lo último que te apetece es colocarte una vez más en el disparadero, intentar compaginar las entradas sobre la historia iliplense (mi verdadera vocación) con otras sobre las “historietas de los iliplenses” (de necesidad intestinal, o lo que es lo mismo, las que te revuelven las tripas). Pero tras vanos intentos de sondear mi mercado me han dado más que argumentos para seguir.

Hoy ha sido uno de esos días, caluroso donde los haya, ejerciendo de cartero (bendita poco reconocida profesión) y suplicando que llegase la hora de la cita para atrincherarme tras una cerveza. Antes una paradita para comprar las entradas del Teatro (el nuestro, el de Niebla), si bien aún no sé si podré asistir o no, pero no me la quiero jugar que a estas alturas escasean. Curiosamente no me han dicho en qué se van a gastar mi dinero y el de los demás, pero estoy seguro que tendrá el mejor destino posible, al fin y al cabo lo deciden los propios actores.

Luego apareció un apelativo que nunca había recibido y que me ha encantado: en el argumentario amistoso acerca de no cerrar el blog me han llamado “PEPITO GRILLO”, sí esa conciencia en forma de insecto que aconsejaba a Pinocho sobre lo que estaba bien y lo que no. Puede que fuese quien abrió el fuego hace unos años, puede que haya abierto el camino a otros (pocos), pero si hay algo que no soporto es la injusticia y la prepotencia, sobretodo en mi pueblo.

Hay quien en un alarde de imaginación me tacha cobardemente en Facebook de “Inquisidor”, lo de cobardemente es tan sólo porque siguiendo una antigua pauta de “tirar la piedra y esconder la mano” tiene vetado y filtrado el acceso a sus entradas y comentarios, de esa forma sus jaleadores oficiales pueden despacharse a gusto rayando lo zafio y grosero (en lenguaje, intenciones y ortografía) sin que nadie pueda rebatirles, a lo más alguna persona aporta ese punto de cordura y educación que tanto necesitan. Igual ocurre con una supuesta página “progresista” de su propiedad en la que no se pueden consultar entradas antiguas (por si acaso el pasado se vuelve traicioneramente, donde dije digo, digo Diego y otros posibles riesgos de hemerotecas inoportunas). Curiosamente y por coincidencias de la vida sigo igualmente vetado en el Facebook del “Gabinete de Prensa del Ayuntamiento” (el de los 12000 euros famosos, ¡si es que así no hay quien se entere de las noticias de nuestro pueblo! (léase esto último con toda la ironía del mundo).

Sobre lo de Inquisidor tan solo decir que insulta el que puede no el que quiere. El Inquisidor era un personaje que velaba por el recto cumplimiento de unas normas marcadas y legales en su época, si en estos tiempos que corren es tarea inquisitorial destapar trapicheos, tratos de favor en la administración, incumplimientos de contratos, aprovechamientos ilícitos de bienes públicos y un largo etcétera (bastante largo por cierto) creo que el término está correctamente utilizado, en caso contrario y para insultar le aconsejo que vuelva a consultar los “servicios técnicos oportunos” esos que han proliferado en nuestro consistorio como hongos ( a un módico precio, por supuesto) para consensuar algo más original e inteligente.

Me gustaría despedirme con una antigua coletilla propia

UN SALUDO PARA LOS INCONFORMISTAS QUE QUIEREN A SU PUEBLO