"STAT ROSA PRISTINA NOMINE, NOMINA NUDA TENEMUS"

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El blog de Pelayo Castillo Palacios

miércoles, 9 de mayo de 2012

LAS RAZONES DE ALFONSO X


            Ante todo debemos rechazar el manido argumento religioso de Reconquista, principalmente porque no se está recuperando ningún reino antiguo, la España visigoda dejó de existir como unidad política más o menos coherente en el siglo VIII con la entrada de tropas musulmanas desde el norte de África. Si nos paramos a observar, no es un bloque cristiano que recupera para la fe las tierras usurpadas por los infieles, no hace tanto que leíamos estas justificaciones en los libros de texto, incluso Aznar, cuando era Presidente del Gobierno soltó la famosa perla de que “a mí nadie me ha pedido disculpas por habernos invadido durante 8 siglos”, no se me ocurre otra mejor perla que la que se oyó en el Congreso de los Diputados “¡manda cojones!”.


            Historia contemporánea aparte, hemos visto cómo era y evolucionó la frontera del reino de Niebla, cuál era la relación entre Ibn Mahfuz y los reyes castellanos, ahora nos toca analizar un poco los motivos que llevaron a Alfonso X a tomar una decisión unilateral: la conquista del último reino taifa de occidente.
Herencia paterna.
Ya hemos mencionado la intención de Fernando III de continuar con su labor conquistadora tras la caída de Sevilla, cuando promete a Axafat de Sevilla entregarle en feudo Niebla “cuando la gane”, evidentemente no cumplió su palabra, aunque sí involucró a su hijo, el infante Alfonso en la política portuguesa y occidental que tenía a Niebla justo en el medio.

Fernando III

El Imperio Hispánico
Una de las características más valoradas de Alfonso X fue su visión política más allá de la mera conquista de territorios, llegando a destacar en facetas tan diversas como la cultura (lo que le llevaría a recibir el sobrenombre de “el Sabio”. Llegó a manifestar su intención de recuperar el Imperio Hispánico, aunque no debemos confundirlo con la unidad territorial que más o menos, consiguieron los Reyes Católicos 2 siglos y medio, realmente es la idea de unidad la que promulga, la de sentimiento de pertenecer a una tierra heredera del Imperio Romano y de la unidad Visigótica. Esta intención unitaria se ve claramente en todos sus movimientos, como por ejemplo el casarse con Violante de Navarra, la concesión de Niebla a su hija Beatriz en dote vitalicia para su unión con Portugal, etc. Evidentemente dentro de esta unificación está la conquista de Niebla.


Las Cantigas a Santa María, obra en verso de Alfonso X

Cruzada de occidente.
            Igualmente debemos recordar que durante el siglo XIII se desarrollaron las últimas cruzadas, de hecho la VIII comenzará en 1269, poco después de caer Niebla. Este hecho cruzado ha tenido su paralelo en otros ámbitos como el de la Península Ibérica, en el caso de Alfonso X con una visión incluso más internacional, ya que manifestó en diversas ocasiones llevar la guerra contra los musulmanes incluso al norte de África. Evidentemente para poder realizar esta campaña africana necesitaba asegurarse el control de al menos una orilla del Estrecho, sobre todo para la cuestión logística. La conquista de Niebla le daría la posibilidad de dominar la costa desde Cádiz hasta el Algarve portugués incluido (éste último como parte de Niebla).

imagen de la VII cruzada


La cuestión del Algarve y Portugal.
Probablemente sea la razón de más peso, la denominada por los historiadores “cuestión del Algarve”. Recordemos que casi nunca existe un solo motivo y/o explicación para las cosas, suele ser una conjunción de situaciones y hechos que acaban desembocando en una realidad nueva, con esto quiero decir que debemos dejar atrás el motor único de “Reconquistar la península de manos de los infieles para volver a la cristiandad como religión única”. No hace tanto que en este bendito pueblo nuestro, se me reprochaba la defensa que hice de Ibn Mahfuz por el hecho de “defender al moro en vez de al cristiano”, son argumentos caducos y propios de otros tiempos más de UNA, GRANDE y LIBRE.
Cuando vimos el avance de las tropas portuguesas, ayudadas por las órdenes militares ya se vislumbraba una dirección lógica de la corona lusa, una vez llegados al sur oceánico en el Algarve, la única posibilidad que tenía Portugal de seguir con su avance era cruzar el Guadiana hacia el reino musulmán de Niebla. En estas circunstancias Alfonso X prefiere perder un vasallo y ganar una razón de peso para negociar con el reino vecino, así que conquista Niebla y, de paso, se apoya en la antigua titulación de Ibn Mahfuz como “emir del Algarbe”, reclamando esta parte de Portugal para la corona castellana. Será una situación de tiras y aflojas que se dilucidará con la definitiva frontera en el Guadiana.
Ya lo he dicho muchas veces, la complejidad de la Historia, incluso en la Edad Media, hace que se revisen posiciones continuamente, lo que hace apenas 30 años estaba claro y era tan sólo las misiones de los reyes de recuperar el cristianismo en la península, hoy día los motivos son más numerosos y enrevesados, además mezclados entre ellos y apoyándose los unos a los otros.
Estos son, según las lecturas que hasta ahora he hecho las razones fundamentales que llevaron a Alfonso X a tomar una decisión personal fura de los que se denomina “casus Belli”, es decir, el enfrentamiento por motivos puramente militares, que se sepa, nunca hubo declaración de guerra por parte de Ibn Mahfuz, quien hasta poco antes del asedio había firmado como vasallo del rey castellano, es decir, admitía su sumisión. Las consecuencias lógicas de la decisión de Alfonso X se verán en el capítulo correspondiente a la post-guerra. 


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